La Oficina del Plan Nacional de Lectura de la Dirección de Publicación del Instituto Nacional de Cultura de Panamá se suma al pesar y tristeza de toda América Latina, en especial de nuestro país y la República de Argentina, por los fallecimientos este 30 de abril de dos grandes escritores: el argentino Ernesto Sábato y nuestro gigante Raúl Leis. Ha sido un duro golpe para ambas naciones. Ambos se marcharon un 30 de abril y en algún lugar del cielo, si existe un espacio para un anárquico cristiano y un sociólogo de la izquierda progresista, de seguro estarán conversando de cómo arreglar el mundo que dejaron.
Para nosotros las dos muertes deben tener un significado en el contexto de nuestras realidades latinoamericanas. Aquel, fue un argentino pilar de la narrativa latinoamericana cuya obra trascendió; el otro, fue un dramaturgo, cuentista, docente y sociólogo panameño de gran reconocimiento nacional. Pero ambos tienen muchas cosas en común: Sábato ideológicamente militó en la política que lo llevó a denunciar las injusticias, y culturalmente participó en el movimiento surrealista que, de seguro, lo acercó a la literatura y lo impulsó a renegar de las trampas de la ciencia. Leis, también denunció en su momento la presencia de bases militares y desde el arte y la cultura analizó a la sociedad panameña; como sociólogo intervino desde la participación ciudadana en los problemas del país; además fue un docente popular que contribuyó al desarrollo y la democracia. Hay que recordar que Raúl Leis fue miembro del Consejo Nacional para la Educación, donde junto a otras grandes personalidades pensantes, aportaron grandes sugerencias al tema de la educación que parecen haberse escrito en el agua. En la actualidad, se le presta más atención a los consejos en materia de educación a un gurú de CNN que a nuestros intelectuales.
Ambos contribuyeron, como lo debe hacer un verdadero intelectual, a edificar un discurso coherente y constante en su obra y en sus acciones. En su obra Antes del fin, Sábato nos habla de este compromiso del escritor para con la sociedad: "el escritor debe ser un testigo insobornable de su tiempo, con coraje para decir la verdad y levantarse contra todo oficialismo que, enceguecido por sus intereses, pierde de vista la sacralidad de la persona humana".
Sábato siempre denunció la idealización del progreso y apostó por los jóvenes y el rescate de la memoria. Exhortaba a los jóvenes a participar en una revolución pacífica a favor del rescate de los valores. En una ocasión, declaró algunas palabras muy polémicas que cualquiera hubiese podido catalogar de locura cuando afirmó que "menos mal" que Latinoamérica era un "continente" subdesarrollado, porque esto permitiría aprovechar la lección de los países desarrollados y no perseguir los mismos valores. Contradictorio, sí, pero cuando uno reflexiona y mira hoy día a la sociedad, descubre que Sábato tenía razón: los valores se están perdiendo y están siendo sustituidos por el acero y el concreto.
En La Resistecia Sábato se refiere nuevamente a los valores antiguos que se han perdido. "El mayor empobrecimiento de una cultura es ese momento en que un mito empieza a definirse popularmente como una falsedad" y en Antes del fin: "La memoria fue muy valorada por las grandes culturas, como resistencia ante el devenir del tiempo". El escritor argentino no se refería a la simple memoria de almacenar información, sino a la memoria que conserva las "primigenias verdades". Algo que hoy día estamos perdiendo en la educación formal y que quizá aún haya tiempo de rescatar. En La cultura en la encrucijada nacional, un libro que se centra en el problema de la cultura argentina, pero que puede aplicarse a cualquiera de nuestros países, nos advierte de la responsabilidad del Estado de elevar el nivel intelectual y artístico de manera que le llegue "a todo muchacho capaz, por humilde que sea su origen".
Raúl Leis también denunció los abusos de los poderes y se dedicó a buscar en la memoria primigenia las preguntas fundamentales para llegar a una sociedad ideal. En su obra: Panamá: luces y sombras hacia el siglo XXI se remite a la tradición oral kuna y nos cuenta la historia de Duiren para ilustrarnos de que las utopías son un desafío nacional. Leis, no sólo crítico el nuevo orden mundial y el neoliberalismo, también crítico a la izquierda ortodoxa dogmática. Creía en las utopías realizables, no en las quimeras y los sueños imposibles, sí en utopías concretas, "generadoras de acciones posibles". Raúl Leis era un hombre que construía utopías a través de acciones puntuales y reales. Desde su revista Diálogo social, pasando por la desaparecida página El círculo de ceniza de La Prensa, hasta los actuales artículos que escribía en el Panamá América, siempre mantuvo una constante referencial: la idea corporativa de la comunidad organizada, la cooperación y el trabajo solidario para alcanzar proyectos de vida.
En las ficciones de Raúl Leis también nos encontramos con este tema: la solidaridad y la unidad como propuesta para la reconstrucción del tejido social. En Viaje alrededor del patio (cuentos de vecindario), en el cuento, El incendio, un grupo de mujeres preñadas rompen fuente y con sus líquidos amnióticos apagan el incendio que consumía un edificio. En El puente, Joaquín y Rosalba son una gran alegoría del pueblo que está harto y desesperado. Ambos quieren suicidarse y ambos encontrarán la salida y una nueva luz de esperanza al compartir solidaridad al final de la obra.
Raúl Leis, nuestro gigante con corazón de niño valiente; un maestro en el sentido más amplio de la palabra, un creyente y edificador de utopías realizables. Ese era nuestro Raúl. Para mirarlo, había que subir la mirada siempre y su voz era un río de mitos y leyendas humanas, de realidades de barrio y calles pueblerinas donde la acción ciudadana hace la diferencia. Ernesto Sábato, un hombre con una escéptica cosmovisión del mundo y el futuro, pero con una gran esperanza en la juventud. Un rebelde contra el oficialismo y el ciego progreso; un creyente en lo absoluto que se asombraba como un niño y nos enseñó el valor de la palabra resistencia. Ambos fueron acción y resistencia. Ambos fueron ejemplos de la nobleza humana. Ahora nos toca recoger la bandera y seguir adelante resistiendo y creando acciones contra las adversidades de la realidad panameña y latinoamericana.
Carlos Fong
Oficina del Plan Nacional de Lectura
Instituto Nacional de Cultura
Panamá
Sociólogo, escritor, comunicador y educador popular. Realizó la licenciatura en Sociología en la Universidad Santa María la Antigua, además de cursos diversos en varios países, entre ellos en el Instituto de Estudios Sociales en La Haya, Holanda. Cursó la Maestría de Estudios Políticos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá.
Dirigió por diez años la revista panameña "Diálogo Social". Fundó y dirigió por varios años el Centro de Comunicación Popular. Forma parte del Consejo Nacional de Escritores y Escritoras de Panamá (2001 - 2003). En 1985 obtuvo el Premio "Plural" de México en la sección Ensayo. Ha logrado dos veces (1985 y 1992) el premio de la revista "Nueva Sociedad" (Venezuela) en Ensayo. En 1996 obtuvo el Premio Literario "Ricardo Miró" en la sección Ensayo con el libro Panamá: Luces y sombras hacia el siglo XXI y en 2000 en la sección Teatro con el libro El puente. En 1982 obtuvo simultáneamente tres Premios Nacionales de Prensa.
Carta del CEAAL con motivo del fallecimiento de Raúl Leis*
* Raúl Leis fue el Presidente a nivel de la región de América Latina del CEAAL.
Ernesto Sábato
Raúl Leis
Panameño nacido en el exterior ( Isla Providencia, San Andrés ,Colombia), en 1947 y murió en la capital de Panamá el 30 de abril de 2011.
Presidente de CEASPA, del cual fue Director hasta agosto 1993. Profesor titular de Sociología de la Universidad de Panamá. Miembro del Consejo Asesor del Programa de Derechos Humanos de la Embajada Real de Dinamarca en América Central, del Comité Asesor Nacional de Transparency International, del Comité Directivo de la Fundación Pro Biblioteca Nacional, del Comité Asesor de la Comisión Presidencial de Transformación Curricular de la Educación. Integró la directiva de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), y es miembro fundador de Colegio Nacional de Sociólogos.
Ha laborado por 30 años en el campo de la educación popular y promoción social en Panamá y otros países. De este accionar se desprenden escritos como: Guía para un teatro popular; Apuntes sobre metodología y práctica transformadora (7 ediciones en seis países); el libro de testimonios obreros Voces de lucha, y el texto de socioliteratura Machi: Un Kuna en la ciudad; Comunicación popular: Teoría y práctica (en equipo); El arco y la flecha.
Ha laborado por 30 años en el campo de la educación popular y promoción social en Panamá y otros países. De este accionar se desprenden escritos como: Guía para un teatro popular; Apuntes sobre metodología y práctica transformadora (7 ediciones en seis países); el libro de testimonios obreros Voces de lucha, y el texto de socioliteratura Machi: Un Kuna en la ciudad; Comunicación popular: Teoría y práctica (en equipo); El arco y la flecha.
En Teatro ha obtenido tres veces el Premio "Ricardo Miró" (1973, 1981 y 1988), Mención de Honor en 1993; y segundo lugar y accésit de los Juegos Florales Centroamericanos de Quetzaltenango (Guatemala). Finalista en la XXIV versión del Premio Tirso de Molina (1994) del Instituto de Cooperación Iberoamericana de España. Sus obras han sido montadas y publicadas en su mayoría, entre ellas: Viaje a la salvación y otros países; Viene el sol con su sombrero de combate puesto; Lo peor del boxeo; María Picana; El nido del Macúa ; Lucecita González; Primero de mayo; No hay derecho, señor; Mundunción-, El señor sol; La cantina de Pancha Manchá. Coautor del libro Esas formas de comunicación que andan por ahí (editado en Ecuador y Honduras).También ha incursionado como guionista.
En el año de 2004 obtubo una Mención de Honor en el Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinan con la obra Remedio para la congoja.
Ha publicado los poemarios: Genuflexión a mi huella; Cantos de amor al hombre nuevo y Tiempo de las cosas nuestras. En Narrativa ha trabajado el cuento, obteniendo varios premios de los Concursos Nacionales de Literatura Infantil y el Premio Nacional del Concurso Latinoamericano de Teleeducación Universitaria.
Ha publicado el libro: El niño y la bomba (Panamá, Bélgica y México).
A nivel sociológico ha escrito textos como: La ciudad y los pobres; Las clases sociales en la ciudad transitista; Radiografía de los partidos políticos; Colón en el ojo de la tormenta; Comando Sur, poder hostil; Machi, un Kuna en la ciudad; Hacia una estrategia nacional de descentralización y desarrollo municipal; Bienes canaleros: Informe de un desafío; Abrir canales de participación y poder local; y publicado ampliamente en revistas y diarios nacionales e internacionales.
Teatro: El Puente (Editorial Mariano Arosemena - INAC, Panamá, 2001).
Cuentos: Viaje alrededor del patio (Cuentos de vecindario) (Editorial Signos, Panamá, 1987), Remedio para la congoja (Panamá, 2005), ¿Quieres que te lo cuente otra vez? (Grupo Editorial Norma, Panamá, 2005), Remedio para la congoja (Cuentos de la calle) (Panamá, 2005).
Carta del CEAAL con motivo del fallecimiento de Raúl Leis*
Querido Raúl:
Hoy día en la mañana nos enteramos de tu partida que nos causa un dolor muy profundo. Tus compañeros y compañeras del CEAAL queremos decirte que te queremos y valoramos mucho. Que te has quedado con nosotr@s alentándonos a seguir construyendo ese mundo nuevo y humano con el que te comprometiste con toda tu vida.
Tu estilo de Hermano, tu rigor político, tu pasión por la justicia, tu alegría, son un gran legado, te recordaremos siempre, y serás un gran impulso en nuestra apuesta por “ Otro Mundo Posible “
Gracias Raúl querido por lo que siempre has sido y nos enseñaste. Va para tu família todo nuestro afecto y nuestra solidaridad y prometemos estar muy juntos.
Te desempeñaste como un excelente sociólogo, politólogo, escritor, comunicador y un gran educador popular. Te extrañaremos y nos quedaremos con tus solidarias y rigurosas enseñanzas.
”Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida y esos son imprescindibles”
GRACIAS RAÚL
Presidencia y Comité Ejecutico y del CEAAL * Raúl Leis fue el Presidente a nivel de la región de América Latina del CEAAL.
Ernesto Sábato
Ernesto Sábato |
(Nació en Rojas, Argentina, 1911- y falleció en Santos Lugares, 2011). Escritor argentino. Ernesto Sábato se doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una prometedora carrera como investigador científico en París, donde había ido becado para trabajar en el célebre Laboratorio Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó la vocación literaria de Sábato. En París comenzó a escribir su primera novela, La fuente muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
En 1945, de regreso en Argentina, comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra a causa de unos artículos que escribió contra Perón. Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el Universo (1945), en el que criticaba el reduccionismo en el que desembocaba el enfoque científico. El ensayo prefiguraba buena parte de los rasgos fundamentales de su producción: brillantez expositiva, introspección, psicologismo y cierta grandilocuencia retórica.
Su carrera literaria estuvo influida desde el principio por el experimentalismo y por el alto contenido intelectual de sus obras, marcadas por una problemática de raíz existencialista. Así, El túnel (1948) ahonda en las contradicciones e imposibilidades del amor, mientras que Sobre héroes y tumbas (1962) presenta una estructura más compleja, en que los diversos niveles de la narración enlazan vivencias personales del autor y episodios de la historia argentina en una reflexión caracterizada por un creciente pesimismo. Ambas novelas tuvieron gran repercusión y situaron a Sábato entre los grandes novelistas latinoamericanos del siglo.
El Túnel fue rápidamente traducida a diversos idiomas y llevada al cine. La narración tiene indudable originalidad y valores psicológicos relevantes: la confesión de Castel, que ha cometido un crimen, enfrenta al hombre de hoy con una sociedad desquiciada y resalta los contrastes con pincel agudo y lleno de color. El estilo está en consonancia con el tema, dentro de un desequilibrado equilibrio.
Sobre héroes y tumbas (aunque publicada en 1962, la edición definitiva es de 1966) es su obra más ambiciosa. La compleja construcción de esta novela, y los diversos registros del habla rioplatense que el autor plasma en ella se alejan tanto del tecnicismo formal como de la dispersión. La pericia narrativa de Sábato consiste, justamente, en hacer pasar desapercibidas para el lector las evidentes dificultades compositivas que supone la historia de la joven Alejandra y, a través de ella, la del país. Destaca sobre todo el capítulo titulado "Informe sobre ciegos", que puede ser leído, como de hecho lo fue, con entera autonomía.
Algunas de las obras de Ernesto Sábato. |
Sobre héroes y tumbas obtuvo un éxito de público impresionante, que acabó por convertir a su autor en una autoridad moral dentro de la sociedad argentina, una suerte de formador de opinión que, por paradójico que parezca, al asumir ese papel se fue alejando progresivamente de la actividad literaria. Su tercera novela, Abaddón el exterminador (1974), se centra en torno a consideraciones sobre la sociedad contemporánea y sobre el pueblo argentino, su condición «babilónica» y su presente, que adquieren en la novela una dimensión surreal, en que se funden realidad y ficción en una visión apocalíptica.
A partir de la década de 1970, más que un escritor, Sábato representó una conciencia moral que actuaba como un llamado de alerta frente a una época que él no dudó en calificar de "sombría". Esa identificación entre Sábato y la autoridad ética quedó muy reforzada por su labor como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), para la que fue designado en 1983 por el entonces presidente de la República, Raúl Alfonsín. Los años que dedicó a investigar "el infierno" de la represión durante el anterior gobierno militar, según sus propias palabras, no le dejaron aliento ni espacio para la literatura. La conclusiones de la comisión quedaron recogidas en el llamado Informe Sábato. En 1984 fue galardonado con el Premio Cervantes.
La obra de Sábato, que ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en múltiples traducciones, incluye además multitud de ensayos como Hombres y engranajes (1951), El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo (1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin (1998) y La resistencia (2000). Aquejado de un grave problema de visión, se dedicó a la pintura, otra de sus pasiones.
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