“La ignorancia es audaz y lo pretende todo. El que lee se da cuenta de su verdadero valor y no aspirará sino a lo que esté seguro de comprender y de poder desempeñar”.
Guillermo Andreve

sábado, 15 de diciembre de 2012

Un cuento para navidad




En agosto de este año que ya agoniza, en la VIII Feria Internacional del Libro, y en el marco de las Jornadas Profesionales que estaban dedicadas a explorar el maravilloso mundo de los cuentos, una adolescente que cursa el 11° grado, leyó un cuento de su autoría en un auditorio con más de 80 personas entre docentes, bibliotecarios y otros mediadores de la educación y amigos de la lectura.

Para entonces habíamos prometido publicar el cuento que dejó a toda la sala asombrada por la posibilidad que la pequeña autora lograba con su relato, pero no lo hicimos, hasta ahora. Sí, queremos hablar de posibilidad porque eso es uno de los atributos del poder de la fabulación: la posibilidad de crear personajes que nos digan cosas de este mundo por medio de sus acciones capaces de sorprendernos y sensibilizarnos; la literatura siempre tiene algo que decirnos.

Es diciembre, un diciembre lluvioso. Un diciembre como muchos otros en que andamos rápido y demasiados ocupados; casi sin tiempo para dedicar una mirada a nuestro entorno y aprender algo de la realidad. Este cuento quizá habla un poco de eso. Es una ficción cruel y que describe la realidad desde el punto de vista de un  personaje que de alguna forma nos habla y nos llena de esperanza. El que lee se da cuenta quiere regalar este cuento como un humilde obsequio de navidad a nuestros lectores. Sigamos adelante, con fe y con esperanza, como Gris nos lo sugiere.

Carlos Fong
Oficina del Plan Nacional de Lectura del INAC

 
Gris
Por: Fulvia Carolina Castillo M.
Tengo frío, estoy cansado de andar por la vida sin tener un lugar al cual volver, a eso que los demás llaman hogar yo no lo tengo, soy un miserable. Una vez me dijeron que el hogar está donde está el corazón, entonces,  yo no tengo un corazón estoy solo, incluso esa gente que se hace llamar “gitanos” está mejor que yo porque,  aunque no tengan casa propia, se tienen unos a otros, se ayudan entre sí y se protegen de los problemas venideros; son una gran familia aunque algunos ni siquiera sean de la misma sangre.

Familia… me hubiera encantado haber tenido una, mi madre me abandonó: todo porque era débil y escuálido  (pensamiento primitivo pero práctico). Claro, en esta ciudad, donde nunca para de nevar,  un debilucho como yo era imposible que sobreviviera, pero lo hice.

¡Toma ciencia! ¿Qué se siente perder? No siempre tus ecuaciones y teorías sobre la vida son correctas. Sobreviví, no sé cómo, pero lo hice y sin ayuda. Solo robaba la comida que necesitaba y me escondía en callejones; mi cama eran cartones que encontraba por ahí.

Si tuviera que pensarlo mejor,  diría que la calle es mi casa, mi casa pero no mi hogar. Siempre me dio y me ha dado todo lo que necesito para sobrevivir, pero no me ha dado calor, ese calor que solo un buen hogar puede dar. Calor que quisiera sentir ahora mismo porque desde que nací solo siento frío, frío que podía aguantar cuando era joven,  pero ahora estoy viejo, creo que tengo setenta años o algo así. El punto es que ya no soy tan joven como para aguantar este frío infernal que consume mis huesos.

Estoy cansado de caminar sin rumbo, pero esta vez es diferente; antes de partir quiero ir a un lugar donde no juzgan a nadie, siempre me dije a mí mismo “cuando te mueras, Gris,  tienes que morir bajo techo, pase lo que pase, no mueras en la calle,”

Gris…esa palabra… si me preguntaran ahora mismo cual es mi nombre,  creo que diría “Gris” ¿Quién me lo puso? Yo. Como había dicho antes,  mi madre no me quería así que ¿para qué ponerme un nombre? Sería un gasto innecesario de saliva e imaginación. Tome la palabra de una de las pocas frases que me dijo antes de marcharse. Recuerdo el día en que me abandonó, tengo buena memoria para eso lo sé. Todos mis demás hermanos eran mucho más grandes que yo. No recuerdo sus rostros,  pero sí sus ojos, todos eran negros como el asfalto. Se me quedaron viendo como con curiosidad. En eso,  mi madre me arrastró aparte y  me miró con una mirada gélida diciéndome:

(-Tienes mis ojos, ¡qué vergüenza!)

Entonces la vi. Mi madre era hermosa, sus ojos eran grises y penetrantes; eran hermosos, creo que es el único legado que tengo de ella.

- Ninguno de tus hermanos tiene los ojos grises como nosotros – me dijo-,  pero no importa que tengas mis ojos,  no eres mi hijo, no te quiero,  así que muérete si quieres,  no me importa. Lo demás de ese día está borroso,  no sé si es porque no me acuerdo o no me quiero acordar, no lo sé,  ni me importa, solo sé que ella se fue con mis hermanos. Se fue para nunca volver.

Me detengo en uno de esos edificios donde uno puede ver su reflejo muy claramente y me digo a mí mismo: vaya si que estoy viejo y mis ojos sí que son hermosos.  ¿Qué se siente madre? ¿Qué se siente saber que tu hijo más débil sacó tu hermosura? Ojalá alguna noche te hayas despertado por el remordimiento de haber dejado al hijo que más se parecía a ti. Ojalá alguna noche hayas llorado por mí. Ya eso no importa, estoy muy viejo y cansado como para maldecirte, creo en el karma o como sea que se le diga a eso.

Ya llegué al lugar que estaba buscando,  creo que le llaman iglesia, no lo sé, solo sé que aquí uno viene a pedir perdón por las cosas malas que hizo en vida y también para hablar con alguien al que llaman Dios y pedirle cosas.

No estoy seguro,  es mi primera vez aquí,  no hay nadie por suerte, estoy frente a una gran estatua de un hombre en una cruz, no sé qué decir, pero no me queda mucho tiempo,  así que seré breve con este tipo:

-          ¡Oye tú! ¡Sí, tú,  el de la cruz!, dicen que tu das vida y propósito a todo ser de este mundo,  entonces,  ¿cuál es el mío?,  ¿morirme de hambre y frío todos los días? A ver,  para que vine a este mundo,  ¿a sufrir? ¡Eres un asco si me trajiste para eso!

Iba a seguir insultándolo pero me arrepentí,  al ver su rostro sentí como si estuviera sufriendo y no solo eso, sufriendo por mí.

-Perdón por todo eso, en verdad,  vine aquí para pedir perdón por todo lo malo, por robar y esas cosas, tú las conoces,  al fin y al cabo,  tú lo vez todo, ¿no?  Solo vengo a pedirte un favor y es que me dejes entrar a ese lugar al que llaman “el paraíso”, estoy cansado y solo quiero descansar en paz, gracias por hacerme fuerte, lo suficiente como para aguantar está vida tan dura y todo eso, pero ya quiero descansar,  ¿puedes?,  ¡por favor!

Mi cuerpo no daba más,  estaba muy cansado, colapsé en ese lugar junto a esa hermosa estatua de ese hombre bondadoso. Cerré mis hermosos ojos grises consciente de que no los volvería a abrir más, pero feliz por eso. Ahora, por fin,  podría descansar en paz.

-¡Padre Juan! ¡Padre Juan!

-¿Qué pasa hijo mío?

-Hay un perro muerto frente al altar.   

 
 
La autora: Fulvia Carolina Castillo M. - Cursa el 11° grado en el Instituto Panamericano - IPA


viernes, 7 de diciembre de 2012

En el día de las madres

 
El boletín informativo del
Plan Nacional de Lectura de Panamá
El que lee se da cuenta,
felicita en su día a todas las madres amorosas de esta nación.
Y muy en especial a aquellas
que con el mismo amor
 acercan a sus hijos a la lectura.
Feliz Día de la Madre
Panamá, 8 de diciembre de 2012.
Ilustración de Martta Wendelin (1893-1986)

lunes, 3 de diciembre de 2012

Cuentos en libertad

El pasado mes de octubre la Oficina del Plan Nacional de Lectura del INAC inició un nuevo taller en el Centro de Rehabilitación Femenino. Ya tenemos con las internas un taller de creación literaria cuyos primeros frutos dimos a conocer este año con el libro de poemas, Mujeres en relieve. Ahora, un nuevo grupo de mujeres se ha aventurado en el complejo mundo de contar historias. El nuevo taller de narración oral tiene el objetivo de promover el arte de contar historias entre las participantes del programa Mi voz para tus ojos del Ministerio de Justicia con quien el INAC a hecho alianza para llevarle la lectura y la creatividad a las mujeres en proceso de rehabilitación. Las mujeres están tallereando y ensayando muy duro y ya se preparan para ir a contar cuentos en la Academia Simón Rodríguez; también estarán contando cuentos a sus compañeras en el Día de las Madres. Las chicas están demostrando que la palabra oral es otra forma de libertad. Agradecemos a todas las autoridades del CERFE y al Ministerio de Justicia el apoyo hasta ahora ofrecido.
 


 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Cierre de Programa de Lectura 2012


En noviembre la Oficina del Plan Nacional de Lectura del INAC cerró el programa: Leer en la escuela, leer en la comunidad 2012, que llevamos a cabo en el Centro Las Palmitas en Las Tablas con los jóvenes de este internado que dirige el IFHARU. A manera de despedida, los jóvenes realizaron una serie de talleres que consistieron en la evaluación del programa por ellos mismos donde dejaron todas sus impresiones, emociones y experiencias. Los 17 chicos y chicas que participaron en el taller también recibieron un reconocimiento de parte de la Oficina del Plan Nacional de Lectura y de la Coordinación Regional del INAC en Las Tablas; además de una donación de obras literarias de parte de la Oficina de Comercialización del INAC que servirán para iniciar el programa el otro año. Los estudiantes jugaron, construyeron y compartieron sus experiencias de lectura y de cómo la cultura intervino en sus vidas. El programa Leer en la escuela, leer en la comunidad combina la propuesta de Círculo de Lectura con acciones de Animación Sociocultural desde la lecto-escritura. Agradecemos a las autoridades del IFHARU en especial a la Licenciada Mitzi y a Luis todo su apoyo; y también a la Coordinación del INAC en Las Tablas. Esperamos continuar el próximo año con el programa y alcanzar mejores resultados.