¿Qué logra que toda una comunidad se una para realizar una acción que tiene que ver con la animación-sociocultural sin que ellos sean gestores culturales? ¿Qué hace que una señora ponga las gallinas para la sopa?, ¿Qué otro señor se encargue de poner los cables de la luz, que otro busque el equipo de sonido, que otra señora se encargue de cocinar, que otros vayan de casa en casa invitando a los vecinos? ¿Qué puede lograr que otras comunidades se enteren y quieran participar? La respuesta es: la palabra. La palabra que se vuelve solidaria y cooperadora hasta lograr que niños, jóvenes y viejos se unan para dar lo mejor de un pueblo. Porque todo nace y surge del pueblo, como la palabra poética.
Este 14 y 15 de septiembre la comunidad de El Olivo de El Limón en Herrera estuvo de fiesta. Pero no celebraban las patronales de ningún santo, ni el reinado de un carnaval; la fiesta era con libros y la palabra oral. La Red Panameña de Narradores de Historias con el apoyo institucional del INAC, la Fundación Biblioteca Nacional y la comunidad de El Olivo, organizaron un evento sin precedente en esta localidad que atrajo incluso a vecinos de otras comunidades colindantes.
Cuentos alrededor del fuego, un ritual que la Red Panameña de Narradores de Historias viene organizando desde hace un año fue la atracción de la noche del 14 de octubre que muchos no olvidarán. Esta ceremonia consiste en encender un pequeño fuego y reunir a los abuelos de la localidad para contar cuentos. Los abuelos, que son escogidos previamente, participan narrando sus historias, sus anécdotas y sus memorias. El objetivo de la actividad es rescatar el valor significativo y social de la palabra oral; que la comunidad participe en una conversación dimensionada y comunicacional.
Participaron por la comunidad de El Olivo: Anastacio Castillo, Santiago Tejedor, Omar Tejedor, Gerardo Bernal y Evelio Bernal; por la comunidad de Valdivieso, Esperanza Bernal; por la comunidad de Arenita, Audino Julio; por la comunidad de Santa Ana, Alejandro Carrasco; por la comunidad de El Limón, Lina González; por la comunidad de Chupampa, Damaso Mitre y Epímenides Ureña.
La noche no fue sólo puro cuento, hubo poesía, música, tamborito, baile y los abuelos recibieron un pergamino por su participación en este ritual que rescata la memoria oral del pueblo además que los nombra Miembros Honorarios de la Red Panameña de Narradores de Historias. También recibieron libros de parte del INAC, los cuales llenaron de alegría a los abuelos.
La abuelita Julia María Tejedor de El Olivo contando una historia. |
Los voluntarios que ayudaron a que pasara. |
GRACIAS PUEBLO DE EL OLIVO |
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