“La ignorancia es audaz y lo pretende todo. El que lee se da cuenta de su verdadero valor y no aspirará sino a lo que esté seguro de comprender y de poder desempeñar”.
Guillermo Andreve

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Las voces de la Oralidad y la Literatura

El arte de contar cuentos es una de las herramientas más efectivas de acercar a las personas al hábito de la lectura. Es un arte milenario que ha sobrevivido a todos los tiempos, inclusos a estos donde la tecnología y el poder de la imagen imperan. Los cuentos siguen asombrando a grandes y chicos, porque al momento de escuchar un cuento el imaginario se enciende y las personas hacen múltiples conexiones de forma misteriosa.

Existen muchos festivales de narración oral en todo el mundo y creemos que no somos temerarios al afirmar que los mejores están en América Latina. Uno de esos es el Festival Internacional de Narración Oral Cuéntalee: Las voces de la Oralidad y la Literatura en México, que este año cumplió 25 años de existencia. Durante todos esos años cientos de narradores han desfilado por los escenarios de las instituciones y centros culturales más prestigiosos de México. El que lee se da cuenta publica esta narración hecha por Carlos Fong quien nos representó recientemente en este evento internacional. Lo hacemos, como siempre, con el deseo de que se hagan esfuerzos en nuestro país para realizar producciones como estas y apoyar a los narradores panameños, porque la narración oral sirve para muchas cosas entre ellas crear lazos de socialización, fortalecer la identidad, y la creatividad; con las historias se logran hacer conexiones éticas y culturales; con los cuentos podemos construir para la inclusión , la diversidad y la cohesión social. 

Para qué contarte...
Por Carlos Fong

He contado muchos cuentos a mucha gente en mi país, Panamá, y cada día compruebo que, pese a que tenemos la imagen de que los cuentos son para los niños, los cuentos son más necesarios para los adultos. De hecho, estoy convencido de que los adultos disfrutan más de los cuentos. Los niños tienen esa naturalidad espontánea de escuchar cuentos, esa disposición innata y no necesitan hacer ningún esfuerzo para que una historia los cautive; pero el adulto sí está condicionado por muchas cosas y cuando es atrapado por un cuento es porque algo está ocurrido dentro de él. Y esto lo super-archi-ultra-mega-hiper comprobe recientemente en México, donde fui a contar cuentos.

En efecto, este año de 2014 fui invitado al XXV Festival Internacional de Narración Oral Cuéntalee: Las voces de la Oralidad y la Literatura que es organizado por el Foro Internacional de Narración Oral FINO, una organización implicada en la recuperación y la divulgación de las tradiciones orales, así como en el fomento de un contacto permanente con la literatura universal. El Festival tiene programaciones para adultos, jóvenes y niños en las que participan más de 70 narradores orales profesionales mexicanos y extranjeros.

Este evento es organizado por el Foro Internacional de Narración Oral A.C. y convocado conjuntamente con la Dirección Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes INBA-CONACULTA. Así mismo se realizó el Séptimo Festival Cuéntale Puebla con el apoyo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes y el Primer Festival Cuéntalee, Jalisco. Casi todas las funciones que se realizan en el Distrito Federal son para adultos (tienen varias para niños) y es sorprendente cómo los jóvenes y adultos encuentran un placer en que alguien les cuente un cuento.



El Festival tiene funciones en prestigiosos espacios 
culturales como el Palacio de Bellas Artes (arriba) y el
Teatro de la Ciudad (abajo).

En esta 25 versión Panamá estuvo presente en el Festival representado por los narradores Carlos Fong (es decir, yo mismo), Rubén Corbett y Argelia Newland (los dos últimos, panameños amigos residentes en México). En este relato hacemos (y ahora voy a hablar en plural, en ese plural mayestático con que Dios hizo el mundo)  un registro de nuestra experiencia en el festival, además de algunas observaciones puntuales en torno a cómo este evento cultural promueve el hábito de la lectura a través de acciones puntuales.
Más de 70 narradores entre locales y extranjeros participan en Cuentalee.

El Festival Internacional de Narración Oral Cuéntalee: Las voces de la Oralidad y la Literatura es uno de los festivales más importantes de América Latina y uno de los más largos con tres festivales que se desarrollan en México DF, Puebla y Jalisco. Para nosotros fue un orgullo que, en 25 años de festival, por donde han desfilado una gran cantidad de artistas, se nos escogiera para viajar y contar cuentos junto a un selecto grupo internacional.  Fue un honor compartir escenario con Marcela Sabio de Argentina,  Boniface Ofogo de Camerún,   Mayra Navarro y Coralia Rodríguez  de Cuba,  Crispín de Olot de España, Alexandra Beugnet de Francia,  Tabaré Caputi, Luisa Huelmo y Renée Saravia  de Uruguay. Esta experiencia quedará enmarcada como una de las más importantes en nuestra carrera profesional.

Carlos Fong (Panamá) con el director del Festival en
México, Armando Trejo.
Para tener una idea de la importancia del festival en la cultura y la promoción de la lectura observamos que solamente en DF se llevan funciones de narración oral en prestigiosos espacios culturales como el Palacio de Bellas Artes (Sala Manuel M. Ponce y Sala Adamo Boari), Palacio Teatro de la Ciudad en México,  en el Centro de Creación Literaria INBA, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, en la Capilla Alfonsina INBA, en el Museo Casa de Carranza INAH, en el Centro Cultural de España, en el Instituto Mora,  en la Casa de la Primera Imprenta de América UAM, en el Fondo de Cultura Económica CCBE, en el Faro de Oriente –Red y en el Papalote Museo del Niño. La mayoría de estos espacios culturales tienen una relación muy estrecha con los libros y los estudios culturales y las investigaciones literarias, como es el caso del Instituto Mora y el Centro de Creación Literaria Xaviar Villaurrutia; pero además se realizan funciones en las bibliotecas. Las personas hacen filas desde tres horas antes para poder entrar a las funciones.














El Festival Internacional de Naración Oral Cuéntalee es muy acogido por las personas que gustan del arte de contar cuentos. Las filas para las funciones son asombrosas y tanto las funciones en el DF como en los pueblos y localidades, se llenan.



Centro comunitario San Lorenzo
en el sector Oriente de México.
Uno de los atributos de Cuentalee es que no se limita a hacer funciones en estos lugares de prestigio, también son tomados en cuenta los barrios o colonias, como se les llama en México. En el Distrito Federal tuvimos la oportunidad de ir a narrar a dos de estas Colonias o localidades. Nos presentamos en el Centro Comunitario San Lorenzo en el Sector Oriente de la ciudad de México, un exquisito equipamiento cultural que tiene distintos espacios para la comunidad; la función fue en la hermosa Biblioteca del Centro. En esos días los niños en México estaban de vacaciones y las bibliotecas organizan actividades para promover la lectura; una de esas fue nuestra visita.  Allí nos regalaron canciones en vez de cuentos, canciones preciosas del folclor de México. Allí contamos cuentos junto a Boniface Ofogo Nkama de Camerún, Tabaré Caputi y Luisa Huelmo de Uruguay, Mayra Navarro de Cuba. Siempre estaremos agradecidos con los narradores de Oriente y las autoridades por tantas atenciones.

Centro de Formación Literaria
Xaviar Villaurrutia, DF.
La otra colonia se llama Miravalle. Pese a que es un barrio vulnerable con los problemas sociales que caracterizan a estas comunidades, la gente es muy sensible a la cultura, sobre todo los jóvenes. Conocimos un centro en el medio de este cerro que trabaja con jóvenes desde la cultura. En el Centro Cultural nos platicaron de sus proyectos y vimos cómo allí los jóvenes han encontrado un espacio para construir y alejarse del vicio, el ocio y la delincuencia, porque encuentra un espacio para construir sus deseos. El lugar cuenta hasta con una estructura para los skyter y una pista de atletismo y en la actualidad se construyen otros equipamientos deportivos y artísticos. Miravalle cuenta con un pequeño domo donde el pueblo hace sus actividades culturales; allí nos presentamos los narradores. También tienen una hermosa biblioteca. La biblioteca viene a ser un espacio poético donde las personas comparten sus vivencias con la lectura. Me acompañaron en esta aventura Javier Trejo Tabares de México y Marcela Sabio de Argentina.

En Colonia Miravalle, DF.
En Puebla los narradores también actuamos en prestigiosos espacios culturales como la Biblioteca Palafoxiana.  En esta maravillosa pieza de arte que custodia la historia de México compartimos escenario con Coralia Rodríguez (Cuba), Marcela Sabio (Argentina), Crispín d'Olot (España), Mayra Navarro (CUba) y Boniface Ofogo Nkama (Camerún).   El Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes estuvo presente y dijo, antes de la función, que por previos compromisos tenía que retirarse pronto; pero cuando empezamos a contar los cuentos, decidió quedarse. La biblioteca estaba tan llena que dos de los compañeros narradores,  Alexandra Beugnet de Francia y  Tabaré Caputi de Uruguay, tuvieron que echarnos una mano y contar cuentos a los que no pudieron entrar.

En Tlaltenango, Puebla.
Pero lo mejor del Festival en Puebla son las giras a los distintos pueblos donde vamos a contar cuentos agente muy sencilla. Fuimos a localidades como Texmelucan, Tepeaca, Acajete, Tlatenango, Cuautlancingo, Coronango y Tepeyahualco. En todas la asistencia era masiva y chicos y grades quedaban muy contentos con las historias. No teníamos abrazos suficientes para todos y siempre nos recibieron con mucho cariño en cada pueblo que nos tocó.

En la Biblioteca Palafoxina en Puebla.
En Coronango narramos al lado de Mayra Navarro de Cuba, Crispín d'Olot de España, Gustado Contreras y María Eugenia de México en Coronango; también una experiencia increíble. Sobre todo de ver cómo la comunidad abraza los cuentos. Conocimos la biblioteca del lugar que participa en el programa de verano de la red de bibliotecas públicas de Puebla. Recibimos reconocimientos de parte de las autoridades locales presentes, pero sobre todo, lo más emocionante fueron los aplausos de pie de parte de la gente y luego los niños, jóvenes y adultos pidiendo autógrafos y expresando su agradecimiento. Algo que nos dejó una gran felicidad fue que los abuelos del pueblo fueron a escucharnos; ha sido un honor compartir con estos seres maravillosos.


En Texmelucan, Puebla.
En el municipio de San Martin en Texmelucan contamos cuentos en una plaza con otros amigos narradores. Celebraban el día nacional del bibliotecario el 20 de julio, así que los cuentos cayeron como anillo al dedo.  También narramos en el Salón Bicentenario en Tepeaca. Ambas actividades fueron organizadas en el marco del Festival Internacional de Narración Oral Cuentalee, pero también como parte de las actividades de la red de bibliotecas públicas de Puebla que en vacaciones ofrece diversos programas para que los niños no vean a la biblioteca solo como espacio para ir a buscar la tarea. En ambos municipios nos atendieron como príncipes las autoridades y la comunidad abrazó los cuentos con mucho amor.


En el Centro Cultural de España en DF.

En Tlaltenango con Boniface Ofogo Nkamas de Camerún Carlos Lara y Carmen Carrasco de México y Marcela Sabio de Argentina contamos cuentos a chicos y grandes. Fue toda una experiencia por el lugar donde narramos que era una especie de hangar donde podían fácilmente entrar dos aviones; pero la experiencia con los niños fue más grande que el lugar. Una niña pequeña nos hablaba de su amor por la lectura y de que su historia favorita era El Principito. También nos contó la historia de su mascota que había muerto y la dejó muy triste. Ahora nuestros cuentos le habían hecho muy feliz. Los adultos y ancianos escucharon hasta la última historia y salieron muy agradecidos. Mientras más sencillo y humilde era la localidad, sentíamos que el amor por los cuentos despertaba ternuras y sentimientos muy especiales. La biblioteca siempre era un lugar que cobraba vida y las bibliotecarias trabajaban con una pasión gigantesca.


En Coronango, Puebla.
Agradecemos profundamente al Foro Internacional de Narración Oral FINO por la invitación a esta fiesta de la palabra. También queremos agradecer a todos los que apoyaron con su esfuerzo para que pudiéramos ir a representar a Panamá a México. A los amigos de Costeame y los mecenas. También a la Biblioteca Nacional y a la Red Panameña de Narradores de Historias y los medios de comunicación que nos dieron espacio para la campaña. También al Instituto Nacional de Cultura.


Fue un honor narrar cuentos junto a tantos excelentes narradores.
GRACIAS

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